La pasada mañana 11 de mayo en la Feria del libro de Toledo tuve el placer de conocer a Sonia Martinez, ambas compartimos stand con la ilusión de dar a conocer nuestro trabajo en la Magnifica ciudad de Toledo. Con el pasar de los minutos y de los viandantes carecientes de interés por nuestras obras, Sonia me comento que estaba escribiendo sobre los pecados capitales que un escritor podía tener. Esta pregunta me hizo reaccionar y dejar de observar a los turistas que se concentraban en la Plaza Zocodover. Por un momento todos los pecados capitales se hicieron un hueco en mi mente, ¿habría sido lujuriosa en mi escribir? O tal vez ¿envidiosa o soberbia?… Madre mía! por un momento cumplía con todos los requisitos necesarios para identificarme con estos siete amigos. Sin embargo después de reflexionar, siento que como escritora he caído sobre todo en la envidia, entendida como que me encantaría algún día tener la sabiduría, facilidad para escribir y el número de seguidores que tiene Deepack Chopra, magistral tanto en sus libros de física cuántica como en sus conferencias. A raíz de esta reflexión pequé con la ira, después de tantos años escribiendo (nueve libros publicados y once escritos) a pesar de las trabas con los Editores, los representantes, con la falta de ventas o con el escaso presupuesto e interés que asciende en nuestra sociedad por la cultura y los escritores, no he conseguido poder ayudar a todas las personas que lo necesitan, pues ese es mi objetivo con los libros, que caigan en las manos de las personas que están pasando por un mal momento personal y que no pueden o no quieren ir a un psicólogo para solicitar su ayuda. Si amiga, soy culpable por sentir envidia e ira, por no ser tan popular como para que mis libros los lean todas las personas que necesitan ayuda. Besos desde mi rincón de pensar.
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El casanova desteñido … de internet.
Próximamente va a salir publicado mi nuevo trabajo «Confidencias de una terapeuta. Consejos prácticos para sobrevivir a una relación de pareja», de Ediciones B de México. Te adelanto una pequeña «cápsula» de placer y diversión… y quien sabe, quizás sea tu regalo estrella para estas Navidades.
«Dicen que cada hombre es un mundo… por eso chicas, ¡hagan turismo!. Mafalda
En el diván, cuéntame…
Hace unos meses mi paciente, Esperanza, me contaba que estaba muy consternada porque había descubierto que el hombre al que ella consideraba «su chico», salía con otra mujer al mismo tiempo. Pasadas unas semanas, mi paciente confesó que él nunca había hablado de compromiso ni de fidelidad, o no lo quería admitir. Según me relataba, los momentos que pasaban juntos eran estupendos: disfrutaban del sol; de los largos paseos por los parques de su ciudad, de tumbarse en la hierba verde, del agua de las fuentes; imaginaban el mar, la playa; veían películas durante largas noches mientras se besaban; incluso hacían el amor apasionadamente. Todo era perfecto para ella… o eso pensaba.
Un fin de semana que pasaban juntos, disfrutaban del baile y de la música, en una de las habitaciones de su casa que usaban como discoteca. Él siempre criticaba su anticuado gusto de la música… muy ochentero. Entre risas y abrazos, ambos buscaban en Youtube música más moderna, para que Esperanza se actualizara musicalmente hablando. De repente, ella se fue a la cocina a servir bebidas. Cuando regresó, encontró a su chico escribiendo en su página Facebook. No le dio importancia, sólo le preguntó si pasaba algo. Él, abrazándola, suave y cariñosamente, le contestó que estaba viendo los correos. Ella confió en sus palabras, ya que considera que «el amor es un acto de fe». Continuaron bailando, bebiendo, riendo y haciendo el amor.
Hasta ahí, todo bien.
Yo estaba emocionada por lo romántico y divertido del momento, aunque no entendía muy bien porqué, un sábado por la noche, en medio de esta maravillosa escena, un hombre se interesaría por su correo electrónico, ¡un sábado en la noche! Sigue leyendo
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¿Quieres ser mi … amante?
Hoy quiero hacer algo diferente. Te voy a plantear el tema de una de las tertulias que comentamos en el programa de RNE “La noche en vela” ¿Por qué aceptamos ser el amante? Me gustaría que reflexionáramos juntos este tema que hoy en día parecen estar “de moda” y en el fondo, me preocupa. Seguro que conoces a alguna persona en esta situación, ya sea el amante o la persona que tiene ese amante. No pienses que juzgo. Yo no soy juez. Pero me gusta pararme y reflexionar sobre lo que veo a mi alrededor, como cambia la sociedad y cómo nos influye a nivel psicológico y comportamental. ¿La finalidad? Entender y comprender. Sigue leyendo
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