No soy político, ni economista, ni diplomático, ni historiador, ni analista financiero, ni bróker, ni dealers…. Soy un Humano que busca de forma incansable el bienestar para compartirlo con mis semejantes. Cuando veo la televisión o leo el periódico, en escasas ocasiones debo confesar, siento cómo bombardean de forma continua mis ilusiones y esperanzas con esto que se llama “crisis” y su infructífera aparentemente solución. También es cierto, que las personas, vayas donde vayas, parecen haberse contagiado de esa fiebre que nos invade y nos lleva “a un estado negativo de la economía que proyecta un futuro incómodo lleno de miedo y sufrimiento”. Todos se han lanzado a bucear en el mar de “la crisis sin solución”. Vamos!, que parece que estamos viviendo en un mundo llamado Titanic, y se hunde sin remedio mientras que algunos tocan el violín ajenos a la desgracia.
Pero tal vez la solución esté más cerca de lo que parece. ¿Por qué no miras en tu interior a ver si encuentras las respuestas que buscas?
Vamos a repasar nuestra historia…
Para tranquilizarnos, y darnos cuenta que la crisis y el desear vivir en la “opulencia” en poco tiempo, no es una práctica de los tiempos modernos. Situaciones similares se han presentando en diversas épocas a lo largo de la historia de la Humanidad… Y es de todos conocidos que ésta, se repite: demanda abusiva por un producto, astronómicas subidas de precios, rumores, especulaciones, falta de confianza y explosión de la burbuja. ¿Por qué los inversores siempre lo identifican demasiado tarde? He aquí un resumen de las crisis más famosas.
A principios del siglo XVI (1634) los holandeses …..
Fragmento de «Cuéntame un cuento y veras que contento» Editorial Atanor
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Esther Varas Doval 