En la Edad Media la muerte era un acontecimiento público. Existía la creencia de que ésta avisaba. Pero, era preciso que no fuera súbita pues se consideraba infame y vergonzosa, así se podían preparar poniéndose en gracia de Dios. El sacerdote y el médico tenían la obligación de avisar al enfermo cuando la enfermedad se agravaba o en el caso de peligro de muerte. Se deseaba morir rodeado de los familiares, para despedirse de ellos, hacer testamento, garantizando la continuidad de las voluntades del moribundo y la distribución de sus bienes… y para arrepentirse, haciendo balance de sus deudas con Dios y con los hombres.
En nuestra sociedad, parece que la muerte ha sido excluida, debe disimularse, ocultarse, y superarse rápidamente. Se prefiere la muerte rápida, sobre todo, la que llega cuando se está dormido, sin dolor. No se habla de ella, cuando se tiene salud, y se deja para cuando llegue la hora, principalmente cuando se trata de enfermos terminales, o cuando la persona es viejita. La conspiración de silencio por parte de la familia impide, en muchas ocasiones, hablar explícitamente de ella.
La habitación del moribundo se ha trasladado de la casa al hospital. Varios factores han contribuido a esta transformación, como la idea de bienestar, intimidad, higiene personal y asepsia. Consecuencia de ello, los sentidos ya no han podido soportar los olores y el espectáculo de la defunción. Además en las ciudades la presencia de un enfermo grave en un piso ha producido más de un trastorno en la familia. Por eso, en estos últimos años se han modificado diferentes actos que acompañaban al duelo: se ha suprimido el desfile de condolencias al final del servicio religioso, en las esquelas se acompaña una fórmula ya generalizada: “la familia no recibe”, y a veces se evitan las habituales visitas de vecinos y amigos antes de los funerales.
La familia guarda para sí misma el dolor y lo oculta a los demás. La supresión del duelo, ¿a qué piensas que se debe, a la frivolidad del superviviente o a una coacción de la sociedad?. ¿Es un rechazo manifiesto de ésta? Sigue leyendo