Hablemos de Nutrición Emocional…

Coincido con varios autores en la idea de definir lo que significa “Nutrir las emociones” y hoy quiero compartirlo contigo. La Doctora Cebrian y la Psicologa Betty Goldeberg, definen “nutrir, como tomar alimentos como necesidad básica y parte fundamental del crecimiento y evolución”.

 En el plano emocional, tenemos como “necesidades básicas para nutrir”, el amor, la aceptación, el respeto, el reconocimiento y las caricias. Lo cual realizamos mejor o peor desde nuestra infancia, quedando condicionado nuestro desarrollo posterior. No olvidemos que la energía también forma parte de nosotros, por lo es importante nutrirla para movernos hacia la consecución de oportunidades, sueños y creatividad.

La nutrición o no de estas áreas nos va a conducir a una determinada actuación en lo referente a la autoestima y a la capacidad de desarrollar una comunicación asertiva. Si nutrición puede definirse como todo esto anteriormente visto, “emoción” seria en principio una cualidad del ser humano, por lo que podríamos definir la “Nutrición Emocional, como la ingesta de nutrientes que alimenta el alma”.

 Esta ingesta, no olvidemos que tiene sus inicios en la gestación del bebé, por ello se han realizado estudios que han concluido que a través de la música clásica o de acariciar con amor la tripa embarazada, se va formando un vinculo entre mami y el bebe, iniciando la búsqueda continua de la proximidad entre ambos. Estos lazos afectivos van a ser el caldo de cultivo de nuestra sensación de seguridad, de tener un mayor contacto social, menor ansiedad y mayor tendencia a la tranquilidad, mayor curiosidad, disminución de la sensación de dolor, facilidad en el aprendizaje y un crecimiento adecuado.

 Aquellos que aprendemos en la infancia de nuestros mayores-adultos, tanto en la forma de alimentarnos, protegernos, comunicarnos, es lo que vamos a manifestar a lo largo de nuestra vida. Por ello si hemos visto y aprendido que lo que nos motiva o satisface, esta “fuera de mi”, lo voy a buscar allí, alejándome de mis emociones, lo cual va a provocar desasosiego, vacio interno al igual que a mis mayores.

 De esta forma aprendemos desde pequeños a buscar lo que pensamos que nos va a satisfacer en un lugar equivocado, provocándonos ansiedad por no encontrarlo, transformando esa sensación de insatisfacción en una espiral ascendente junto con la tristeza y frustración que nos lleva de nuevo y de forma automática a seguir buscando allí donde comenzamos, sin encontrar de nuevo nuestro equilibrio. Aparecen en escena los desequilibrios que hemos visto tanto, en los trastornos de la alimentación que se producen para aliviar la sensación de ansiedad, malestar existencial, como de soledad.

 He leído, que la alimentación sustituye al contacto y al amor cuando carecemos de él, ya que cuando los alimentos llegan al intestino, liberan hormonas que llegan como mensajeros al cerebro generando la sensación de saciedad, de calma, de bienestar.

 Creo que es importante conseguir una nutrición emocional que consista en la ingesta de alimentación sana, completa y equilibrada, para lo que tenemos fantásticos nutricionistas, pero acompañada de amor y autoaceptacion, respeto y valores arraigados, para lo cual tenemos expertos psicólogos.

 

 

2 comentarios

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2 Respuestas a “Hablemos de Nutrición Emocional…

  1. Muy acertada tu definición: “Nutrición Emocional, como la ingesta de nutrientes que alimenta el alma”.
    Coincido con la importancia de alimentar nuestras emociones de forma sana y natural, pero, tal y como comentas, en algunas situaciones es necesario RE-APRENDER …porque los «vicios», malos hábitos, o malos consejos muchas veces nos impiden que alimentemos nuestras emociones de una forma saludable.
    Me ha gustado mucho tu post 😉
    Un saludo!
    Juliana Burguburu (psicóloga)

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